Boulevard


6/17/2006
  Madrid
Las historias no empiezan así nomás. Hay que tener tiempo.
Me senté una tarde de 2 de octubre en un agotado verano español, en uno de esos bancos medievales que suelen ser blanco muy bien atinado de palomas.
Pensar te hace bien.
Pensar te hace mal.
Hay que obviar los cuentos. Mentí todo lo que quise acerca del modo de defender mi historia contra sus detractores. Igual, no le debo nada a nadie. Por ahí yo también tengo mi "orden alemán."
Ese día empecé a filmar. Grabé mi cara con la estación de Atocha de fondo. Obvié a los carteles del triste y famoso 11M. Quizá el orden español se volvió un poco como el alemán desde entonces.
Compré una campera de cuero (¿falso? ¡maldita feria barata!), de esas que te tapan el culo, que te llegan casi hasta las rodillas. Y después de vueltear y probar sin éxito a los Luckyes españoles -demasiado suaves-, me imaginé a todas las argentinas que tienen ese escondido aire español, ausentes.
Amé y odié sus acentos bizarros, sus tapas extra condimentadas. Bueno.
Dedicado a quien se ofendió y me lo mostró lo mejor que pudo:
No me importa nada, y me importa todo, es tanto, tanto, tanto. Sé qué quise decir todas las veces que pregunté "¿y?", ante la mirada profunda, que casi no alcancé a contener en la memoria.
Que qué está bien, que qué está mal, que qué es tanto, que qué es poco, que qué es mirar, que qué es mucho. Vamos, de todos modos, que mola igual. Dónde, y tras quién, no sé. Tras la corriente. O no. A veces la corriente se vuelve asexuada conmigo, y yo me siento como la mujer de la película, y cómo le dan, a veces. Ya está.

La idea de hacer Boulevard empezó queriendo -y sin querer-, ridiculizar. Nada más que eso. Pero bueno, bah, soy yo, el mismo que tiene que ponerse a cocinar los churrascos para esta noche y procurar no ponerle demasiada sal a la ensalada de tomates. Mañana me tomo el 34, el café, el tiempo frente al orinadero, el tiempo extra-empresarial para salir a los pasillos a fumarme un cigarrillo, y entonces me apretujo y soy otro grumo de la masa. Otro más. Mirálos.
Todo lo que escuchan es Radio Gaga.
Radio was new.


off the record
@ 11:52 ˆ
 


6/12/2006
  twenty seven minuits non stop music

Pobres mujeres oficinistas. Usan esas botas de caña apretadas, calurosas, incómodas. Hacen esfuerzos para meterse adentro de esos pantalones decorados con firuletes y bijou y todos los días piensan que si no cambian la muda de ropa, tendrán que enfrentarse a los "me encanta esa cosa, que también te pusiste ayer..."
La sociedad fue menos impiadosa con nosotros, que usamos todos los días la misma corbata.

off the record
@ 22:17 ˆ
 


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